Se efectuó la jornada donde los universitarios brindaron almuerzos a las personas en situación vulnerable de la ciudad de San Cristóbal 

“De la conducta de cada uno depende el destino de todos.”

 Alejandro Magno (356 a. C. - 323 a. C).

"El agradecimiento es la memoria del corazón" es una frase que hizo famosa el filósofo chino Lao-tsé que vivió en el siglo VI a. C. Hoy la Universidad Nacional Experimental del Táchira quiere dar las gracias a todos los que colaboraron e hicieron posible la actividad para llevar un almuerzo a personas en situación vulnerable.

Con pasión y compromiso, el personal del comedor universitario de la UNET preparó el arroz con carne y vegetales, ingredientes que fueron donados por los diferentes actores de la universidad y personas fuera de la comunidad unetense de buen corazón que también quisieron sumarse.

“La actividad fue posible gracias al esfuerzo de la Fundación Pancitas Llenas, a la profesora Isané Duque, y a las diferentes dependencias universitarias que con su esfuerzo lograron que la actividad saliera adelante. Mención aparte al personal del comedor universitario UNET, sin ellos no hubiese sido posible, sus manos laboriosas prepararon con amor el alimento que se repartió” señaló el profesor Ángel Gil, quien fue uno de los organizadores.  

Los unetenses realizaron la organización y distribución de los almuerzos para los más necesitados por las calles y avenidas de la ciudad de San Cristóbal. Sin duda alguna una muestra de solidaridad que en estos tiempos difíciles evidencia la calidad humana y es además un símbolo de esperanza, de que cosas maravillosas pueden pasar y llegarán mejores épocas impulsadas por esa esencia positiva sobresaliente de los tachirenses y los venezolanos. /Juan José Contreras Cárdenas /Fotos cortesía del Decanato de Investigación UNET.