La eucaristía fue oficiada por el Obispo Emérito de Mérida Luis Alfonso Márquez acompañado por el padre de la Parroquia Divino Maestro de la UNET Sergio Suárez

“Que la gratitud sea la almohada a la hora de recostarte y la fe el puente que pase por encima de la maldad y el que le dé entrada a lo bueno.”

Maya Angelou (1928-2014, autora y poeta estadounidense).

La gratitud es uno de los valores más importantes que se pueden cultivar. Cada año los miembros de la comunidad universitaria se reúnen para primero darle gracias a Dios por otro aniversario de la UNET al iniciar el día, en sus 44 años la institución pasa por las dificultades que enmarcan al país, pero la perseverancia se impone, y la gratitud por nuevas oportunidades afloran.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Puntualmente, con presencia de autoridades, decanos y miembros de todos los rincones de la comunidad universitaria, la misa de acción de gracias fue oficiada por el Obispo Emérito de Mérida Luis Alfonso Márquez acompañado por el padre de la Parroquia Divino Maestro de la UNET, Sergio Suárez en el Teatro Principal de la universidad.

Varios unetenses en fila pasaron el pódium para dar gracias, ofrendaron, y recibieron la eucaristía. El tema del sermón tuvo que ver con la importancia de estar agradecidos y de ser coherentes entre lo que se dice y lo que se hace.

Monseñor Márquez, con 81 años de edad y una personalidad amena y eventualmente con discurso jocoso, comentó que en los años 70s del siglo XX recibió unas clases por parte del doctor Lorenzo Monroy, el rector fundador de la UNET, “era una cátedra de educación superior, en ese momento él ya estaba creando la universidad en su cabeza, y tres años después vino para acá a fundar esa universidad, pero desde antes, ya la llevaba en su corazón.”

Sobre la situación actual del país mencionó, “es lamentable la migración de jóvenes venezolanos, se debe parar esa hemorragia, que se puedan dar las condiciones para que las personas prosperen aquí, que los que se fueron regresen, para trabajar por una universidad y una Venezuela que sean faro de luz para todos, unidos como sociedad.”

Por su parte el párroco de la universidad, Sergio Suárez, habló sobre el orgullo de ser unetenses, “tenemos que conservar ese orgullo, por nuestro trabajo, esfuerzo, y entusiasmo, en nuestro día tras día; sentirnos bendecidos y orgullosos de formar parte de la gran familia UNET. También agradecer a todos los que se siguen esforzando a diario para que la institución continúe, eso hay que valorarlo y promoverlo porque construimos la UNET de nuestra época y la que queremos para el futuro.” /Juan José Contreras Cárdenas /Fotos: Manuel García.

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