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- Escrito por DULCE DEL C CAMARGO SANCHEZ
- Categoría: Eventos y Noticias Externas
- Publicado: 07 Junio 2018
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El tema lo trató la docente de la Escuela Superior Politécnica del Litoral de Guayaquil, Ecuador Marynés Montiel de Morales, a través de videoconferencia en la UNET
“Las enfermedades diarreicas agudas ocupan el segundo lugar, de las diez causas más alta de mortalidad en humanos, especialmente en los niños a pesar de que la Organización Mundial de la Salud, OMS, ha hecho un valioso trabajo para disminuir estas cifras, pero sigue siendo un problema a nivel mundial”.
Así lo dio a conocer la docente de la Escuela Superior Politécnica del Litoral de Guayaquil, Ecuador Marynés Montiel de Morales durante la conferencia magistral que dictó por videoconferencia acerca de las enfermedades de transmisión hídrica, un problema a nivel mundial; en el marco de las VI Jornadas de Ingeniería Ambiental que se realizaron en la Universidad Nacional Experimental del Táchira.
Durante su disertación hizo un recuento de las enfermedades que se producen a causa del agua entre ellas el dengue, diarrea, paludismo, salmonella, malaria y afecciones de la piel.
Presentó las cifras que se manejan a nivel mundial sobre las enfermedades hídricas, resaltó que los países en desarrollo como Venezuela presentan cifras importantes y es un problema que sigue siendo recurrente, bien sea en Latinoamérica o África, pues estos países invierten menos porcentaje de su producto interno bruto en cuidados de la salud.
Por el contrario, países como Estados Unidos y Europa sí invierten gran cantidad de su producto interno bruto lo que se traduce en poseer menores cifras en cuanto a enfermedades de transmisión hídrica.
“Son alentadores los planes que se manejan, ya que permiten que a nivel mundial exista una reducción como de un 50% hacía el 2016 en el número de muertes de niños con diarrea menores de cinco años, sin embargo, la reducción es alta en algunos países pero baja en otros.
Destacó que se puede intervenir en algunos puntos como el saneamiento, la recolección de agua cuando hay racionamiento para ayudar a disminuir las enfermedades por el mal tratamiento del vital líquido.
Desde su óptica considera viable que se hierva el agua en los hogares, pues elimina los microorganismos y es una forma segura de tomar agua; también hacer un proceso de cloración en los tanques de almacenamiento, aunque a muchas personas no les agrada porque el agua cambia su sabor.
Indicó que en un trabajo sobre progreso, natalidad y sanidad del agua de consumo realizado conjuntamente por la UNICEF y la OMS dice que ningún niño debe enfermarse o morir por el resultado de agua de consumo contaminado o por estar expuestas las excretas de las personas, o que no tengan un lugar donde lavarse las manos.
Asimismo, señala que el agua segura y de calidad son fundamentales para el desarrollo humano y el bienestar del niño; por lo que debe haber una provisión de acceso seguro al agua y de alguna manera promover la salud de forma de poder reducir la pobreza.
A manera de conclusión, la transmisión de enfermedades hídricas continúa siendo un problema a nivel mundial; los niños y los pobladores de los países en vías de desarrollo y en las zonas rurales son los más vulnerables a este problema, y que de cierta manera, existe una directa asociación entre las enfermedades transmitidas por el agua, su disponibilidad y calidad. “Esto quiere decir que si controlamos tanto la calidad como la disponibilidad del agua exitosamente se llegará a reducir en gran cantidad las enfermedades transmitidas por los microorganismos”.
/Dulce Camargo S./ Foto principal: Raúl Casanova Sosa/