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- Escrito por JUAN JOSE CONTRERAS
- Categoría: Eventos y Noticias Externas
- Publicado: 17 Julio 2022
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La docente de la Universidad Nacional Experimental del Táchira fue acreedora de una beca para realizar una estancia de investigación temporal en el Instituto Tecnológico de Sonora
“Ninguna cantidad de experimentación puede probar definitivamente que tengo razón; pero un solo experimento puede probar que estoy equivocado.”
Albert Einstein (Físico alemán, 1879-1955).
La profesora Lorena Blanco es docente de la cátedra de Biología en la carrera de Ingeniería Ambiental y responsable del Laboratorio de Biotecnología y Química de Polímeros, adscrito al Decanato de Investigación de la UNET. Su formación marca conquistas académicas como sus títulos de Biólogo, Magíster en Agronomía mención Producción Vegetal, y doctora en Ecología Tropical.
“Recién culminado mi doctorado gané una beca de la Academia de Ciencias de América Latina, ACAL, para realizar una estancia de investigación en un laboratorio de Latinoamérica. Escogí el Laboratorio de Biotecnología del Recurso Microbiano en el Instituto Tecnológico de Sonora, en México, gracias a una colaboración realizada junto a investigadores de otros países y con el responsable del laboratorio” explicó la doctora Lorena Blanco.
Sobre su incursión en México, la investigadora Lorena Blanco comentó sobre el entorno de trabajo en el Laboratorio de Biotecnología del Recurso Microbiano en el Instituto Tecnológico de Sonora, cuyo encargado es el doctor Sergio de los Santos Villalobos, “Él coordina este grupo de investigación de alta productividad científica en el área y que trabajan en biotecnología de microorganismos de importancia agrícola, que es el área en la que principalmente me he desarrollado como investigadora. Por ello tuve una gran motivación de realizar mi estancia en este laboratorio y tener la experiencia de compartir con estos investigadores.”
Retos y contrastes
Cada etapa de aprendizaje es una oportunidad para seguir creciendo, y pese a los altos grados de formación académica, como lo es en el caso de la doctora Lorena Blanco, nunca se detiene la investigación y las acciones para seguir aprendiendo, actualizarse, y compartir trabajo en el campo científico. Sobre su paso por México comentó: “Considero una gran oportunidad para intercambiar experiencias y tener un aprendizaje importante en aspectos que desde las universidades venezolanas nos son prácticamente imposibles realizar por limitaciones presupuestarias.”
“Poder compartir con pares ha sido enriquecedor en términos académicos y profesionales, y estar en otro país por supuesto, ha sido una experiencia cultural y social significativa para mi crecimiento personal. Sentirme nuevamente en un grupo de investigación con numerosos integrantes trabajando en equipo es muy agradable, porque desafortunadamente en Venezuela ya somos contados los profesionales que quedamos en el área como consecuencia de la migración, producto de la grave situación económica del país, y sobre todo de los sueldos, que no cubren los gastos mínimos para tener calidad de vida.”
La calidad venezolana es notoria. “Estar fuera del país también me ha permitido corroborar que en Venezuela estamos muy bien preparados y que somos profesionales altamente competentes, pero necesitamos el apoyo del gobierno y de la empresa privada para financiar nuestros proyectos, así como ocurre en países como México que tienen infinidad de apoyo y muchas posibilidades de recibir incentivo desde que los investigadores se están formando en pregrado hasta postdoctorado, más el apoyo que reciben las universidades, tanto desde el sector público como desde la empresa privada” describió la doctora Lorena Blanco.
Realidad y expectativa
En breve la doctora Lorena Blanco cerrará su estancia de investigación en México para retomar su labor docente e investigativa en la Universidad Nacional Experimental del Táchira. El trabajo no se detiene, y está marcado por un esfuerzo destacado para hacer frente al contexto: “Lamentablemente en Venezuela tenemos entre 10 y 15 años de retraso en la aplicación de tecnologías, principalmente en el área de biología molecular, porque no contamos con los reactivos ni con los recursos para adquirirlos, y mucho menos tenemos recursos económicos para poder enviar a realizar análisis en otros lugares, para al menos poder procesar los datos; razón por la cual tenemos que trabajar con los recursos con los que contamos y ser muy creativos.”
Son muchas las expectativas optimistas de la profesora Lorena Blanco: “Estoy segura que esta experiencia impactará positivamente en el fortalecimiento de alianzas en la región, para ofrecer soluciones desde la ciencia hacia el sector agrícola en aras de promover la seguridad alimentaria de los países que trabajamos con estas biotecnologías aplicadas.”
La doctora Lorena Blanco, joven profesional que desde la Universidad Nacional Experimental del Táchira, contribuye a la formación de las nuevas generaciones de ingenieros, y que lucha por preservar la investigación y por ende la generación de conocimiento que se aporta a la sociedad. Talento tachirense y venezolano que recientemente a la par de otros países, como acaba de demostrar en su estancia de investigación en México, tiene la inteligencia y capacitación de contribuir exitosamente al campo científico mundial. /Juan José Contreras Cárdenas. /Fotos cortesía de la doctora Lorena Blanco.