A Cien años de su Nacimiento

 

(Escrito de la profesora Carmen Teresa Alcalde de Rosales) El Liceo Simón Bolívar, Institución educativa de gran renombre en Venezuela, se preparaba para celebrar su 60 aniversario, para lo cual, la Dirección del plantel designa una comisión de profesores y alumnos encargada de programar actividades a tal fin, recayendo en mi la responsabilidad de coordinarla. Se decidió como parte de ellas realizar un reencuentro de exalumnos y profesores con especial invitación a quienes habían sido directores o docentes en épocas anteriores. Llego el día señalado: el enorme patio central se fue llenando con personas de diferentes generaciones que, mientras se pasaba al sitio de reunión, se fueron saludando con la alegría del encuentro. En un rincón conversaban dos ilustres personajes y fui hasta ellos, los Profesores, Ex directores, Luis Martín Suarez y Lorenzo Monroy, sin sospechar que conocerlos cambiaría el rumbo de mi carrera como docente… Meses después fui convocada para ingresar al personal académico de la anhelada UNIVERSIDAD DEL TACHIRA, que apenas comenzaba a gestarse, en la cual, estos dos Tachirenses, Pedagogos por excelencia, comprometidos con su patria chica, tuvieron honrosa participación, luchando con hidalguía, mística y astucia, cual Caballero andante con su inseparable escudero.

LORENZO MONROY CORONEL nace cobijado por aires de la montaña, con el aroma de café despertando el amanecer, en el caserío Altos de Alineadero (Municipio Junín), en el año 1923. El mayor de catorce hermanos, dentro de una típica familia de Los Andes, con grandes deseos de aprender, que lo llevan a dejar el hogar y poder así continuar estudios en Cúcuta, con ayuda de familiares, viajando posteriormente a San Cristóbal para continuar estudios de bachillerato en el Liceo Simón Bolívar. Como estudiante participa en diferentes actividades: locutor de la Voz del Táchira a los 14 años, participante de la Hora Radial Liceísta y activo escritor en la Revista Juventud, junto a Horacio Cárdenas, Otto Müller Rojas, Cotty García.

Con su título de Bachiller en mano llega a Caracas, la gran capital, sin perder su sencillez, su entusiasmo por el estudio y sus deseos de superación, y, aunque no logró estudiar la carrera que deseaba, el Derecho, lo encontramos graduado en el Pedagógico como Profesor, Especialidad Ciencias Sociales. (1946). Viene al Táchira nuevamente como subdirector de su Liceo Simón Bolívar, (1946/48) cargo que desempeña con gran responsabilidad y mística donde, seguramente, empezaron a germinar sus ideales de reformas para la educación.

Retorna a Caracas como Profesor del Instituto Pedagógico hasta 1952; cumple actividades en el Ministerio de Educación; Vice Ministro de Educación 1961/1965, Ministro de Educación (encargado) en cuatro oportunidades; Profesor Asociado de la Universidad de Wisconsin. Profesor en la Escuela de Educación Caracas. Posteriormente realiza una Maestría sobre Administración de la Educación en la Universidad de Wisconsin (E.U.A) y Doctorado en Educación en la Universidad Santa María, Venezuela.

En abril de 1974 el Profesor Monroy fue nombrado para presidir la Comisión organizadora de la Universidad Nacional Experimental del Táchira. Planteó la necesidad de crear una Universidad diferente, una Universidad Nacional, Experimental, que fuera Autónoma y Fronteriza, no exclusivamente técnica, puesto que una Universidad como tal, no puede parcelar LOS CONOCIMIENTOS. Soñaba este Quijote de la Educación, y así quedó plasmado en el Plan Maestro de la UNET, con una universidad de excelencia con una estructura flexible y curricular por objetivos; con métodos modernos de enseñanza donde se combinara lo presencial como no formal y a distancia…hoy, 49 años después se le da la razón a los que se creían quimeras…                                                                                                                

El Rector Lorenzo Monroy pulsó y llevó las riendas de la nueva Institución. Ya desde 1975 decía: “Esta es una Universidad Nacional Experimental como lo indica su decreto, con personalidad y patrimonio propio, que está orientada hacia la formación de recursos humanos deficitarios, tanto en el país como en la región”.

Cuantas veces escuchamos al Rector Monroy exclamar: “La comunidad me firmó un cheque en blanco para que yo orientara a la Universidad por el rumbo que creyera conveniente, propicio, adecuado y pertinente”. Monroy, como todo un Quijote con su inseparable escudero Luis Martín Suárez, se esforzaron en investigar todas las propuestas de Universidad, todas las opiniones; llevaron sobre sus hombros la tarea difícil de crear una Institución sobre la marcha. Tomaron en cuenta el planteamiento filosófico de APRENDER A SER de la UNESCO con los lineamientos de Elton Mayo y Mary Parker y, quienes nos iniciamos como docentes de la UNET, recibimos la formación requerida para compenetrarnos con esta nueva filosofía. “Los profesores son facilitadores”, decía.

En sus conversaciones o discursos la voz de Monroy se escuchaba exclamando sobre la creación de la UNET: “actuamos como planificadores y ejecutores a la vez”. Se planteó un modelo EXPERIMENTAL en el cual la formación de los profesionales se podía lograr sin la presencia constante de los estudiantes, es decir, una educación no escolarizada, lo que no fue entendido ni apoyado por la comunidad

“Esta Universidad adquirió la misión de ensayar, nuevas formas de la administración de la educación superior, en la idea de formar un recurso con herramientas, habilidades y destrezas más acordes con el desarrollo nacional y regional”. (Informe del Rector). También hizo hincapié el Profesor Monroy en el tipo de docencia que debe impartirse en la UNET; una docencia activa y participativa, de auto estudio con la meta de estudios dirigidos y estudios libres.

Las ideas impulsadas por el Rector Monroy quedaron impregnadas en el PLAN MAESTRO. En la que se destaca la gran importancia de la función de EXTENSION: es la proyección de la Universidad en servicios con interés académicos y con reconocimiento en créditos, sin separarse de las funciones de tipo cultural, ya que la Universidad ha adquirido el compromiso de tomar el liderazgo en las actividades económicas, sociales y políticas en el área de influencia al Táchira.

 

Partió el hombre visionario hacia su último viaje en agosto de 1998, aún llevaba en el morral nuevas propuestas, proyectos estupendos para una educación siglo XXI, pero también fue cargando tristezas e incomprensiones. Es deber del Táchira rendir un homenaje al hombre que logró se cristalizara el sueño de tener su Universidad, como es ineludible para el personal de la UNET, sus autoridades, estudiantes, egresados y profesores, administrativos y obreros, celebrar el Centenario del nacimiento de su Rector /Fundador, recordando sus enseñanzas, desentrañado ideas y valorando las propuestas planteadas por este hombre visionario, innovador, que rompió esquemas en el Sistema de educación de Venezuela.                                                                                                                

 

Carmen Teresa Alcalde de Rosales

Profesora Jubilada UNET

Enero 2023